¿QUÉ PROTECTOR SOLAR ES MEJOR?

Conoce todo lo que debes saber sobre la protección solar

Si cada año te surge la misma duda acerca de qué protector solar es mejor, hoy te explico todo lo que debes saber para elegir el protector solar más recomendable.

Se acerca la primavera, los días más largos y los momentos de terraza al sol (¡pero siempre bien protegidas!).

En cuanto las horas de luz van venciendo a las de oscuridad, las ganas de estar al aire libre y al sol, crecen. Y, con ellas, la necesidad de saber qué protector solar es mejor para hacerse con él. Aunque, y según recomiendan de manera unánime todos los dermatólogos y especialistas, la protección solar no se debe abandonar tampoco en invierno. Mi consejo es que la apliques todo el año.

El fotoprotector es, para los que somos expertos de la piel, el cosmético imprescindible los 365 días del año, además del mejor aliado antiedad, por este motivo debes incluirlo en tu rutina diaria.

Tomar el sol a diario es fundamental para la salud, pero ¡ojo!, es suficiente con 10 minutos al día sin fotoprotección para producir la vitamina D necesaria y es interesante exponer grandes superficies como brazos y piernas, sin quemarnos. Y si vas a estar al sol más tiempo, entonces es mejor usar cremas de protección solar.

Porque no hay que olvidar, pese a lo placentero y vitamínico de abandonarse a los rayos del sol, que estos provocan arrugas y manchas prematuras, por no hablar de males mayores como cánceres cutáneos.

De ahí que elegir el mejor fotoprotector sea casi más una cuestión de salud que de estética.

EL PROTECTOR SOLAR MÁS RECOMENDABLE, ¿DE QUÉ NOS PROTEGE?

Cuando hablamos de fotoprotección, lo primero que nos tendría que quedar claro es de qué nos está protegiendo una crema solar. Hace unos días caía en mis manos un información ofrecida por la doctora Leticia Alonso, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén, que destacaba que obligatoriamente se deberían cubrir las radiaciones de los rayos:

  • UVB: los que producen eritema o quemadura, inmunosupresión y posible cáncer de piel.
  • UVA: involucrados en el fotoenvejecimiento y la pigmentación, pero también en carcinogénesis, que es la transformación progresiva de las células normales en células malignas.
  • IR (infrarrojos): suponen una gran parte de la radiación que llega a la piel y producen inflamación y alteración de la dermis profunda (fotoenvejecimiento).

«Idealmente, el fotoprotector debería cubrir también la luz visible, sobre todo en personas con pigmentaciones como melasma o léntigos», añadía la dermatóloga. 

Si hablamos de SPF (Sun Protection Factor) o índice de protección, tienes un artículo específico sobre el tema en la cápsula didáctica de piel de este mismo blog.

Para el doctor Ricardo Ruiz, como defiende en el libro ‘Lo que tu piel dice de ti’ (La esfera de los libros), las cremas con factor menor de 15 deberían desaparecer del mercado. Hay que destacar que la diferencia entre los índices de protección, partir de 15 es mínima. Un 30 bloquea el 96,7% de las radiaciones y un 50 bloquea el 98%.

INGREDIENTES EXTRA DEL FOTOPROTECTOR PERFECTO

Además de defender de las radiaciones, la mayoría de los protectores solares incluyen ingredientes adicionales, entre ellos hidratantes, por ejemplo ¿te has fijado alguna vez que, a pesar de ser una crema, muchos no nutren la piel?.

Para los profesionales, también es recomendable que incluyan antioxidantes tópicos, «importantes para reducir el estrés oxidativo que genera la radiación, y agentes reparadores del ADN».

¿CUÁL ES LA TEXTURA ADECUADA DEL PROTECTOR IDEAL?

Que lo que lleve ‘dentro’ un buen fotoprotector es innegable, pero recordemos que no deja de ser un cosmético, algo que entra en contacto con la piel, por lo que su textura y sensación son primordiales. Así como, su composición química. Recuerda que nuestras preferencias son filtros físicos y productos preferentemente eco-certificados.

¿Quién no recuerda esas antiguas cremas-engrudo que hacían de protegerse del sol una pesadilla? «Si una crema no tiene una cosmética agradable y una fácil aplicación es difícil que la apliquemos de manera correcta». Por suerte ya encontramos texturas maravillosas.

Así que un fotoprotector ideal  a mi entender debería tener «una textura que te resulte agradable, ser no comedogénico (formulado para evitar el exceso de sebo y no obstruir los poros) y con buena tolerancia”

LA CANTIDAD TAMBIÉN IMPORTA

No solo de calidad vive el protector solar ideal. En el cuánto apliquemos, reside también la correcta defensa antes los rayos del sol.

Aunque no conviene pasarse, porque el exceso tampoco es bueno, quedarse cortos sería un grave error y llevaría a una protección inadecuada.

En términos numéricos, la cantidad justa equivaldría a 2mg por centímetro cuadrado.

Recuerda la importancia de protegerse ciertas zonas, como orejas, labios y nariz. Ojo que es donde los dermatólogos operan más cáncer de piel.

Para concluir, además de dar con el protector que tenga todas estas cualidades, no hay que olvidar dos cosas más a la hora de protegerse frente al sol. Por mucho que nos pongamos protección, no hay que abusar, mejor irse ratos a la sombra, y evitar las quemaduras por encima de todo, lo más implicado en la aparición de enfermedades a largo plazo.

Te recomiendo que pruebes estos dos solares para cuerpo y cara de RINGANA:

FRESH sunscreen & FRESH sunscreen face

Y su after sun, también de RINGANA.

¡Te encantarán!

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